martes, 20 de septiembre de 2011
Propuestas para conseguir una Isla Cristina mejor
domingo, 11 de septiembre de 2011
Rolling Stone define el South Pop de Isla Cristina como el Caribe de los festivales 'indies'
La prestigiosa publicación Rolling Stone dedica un interesante reportaje al South Pop de Isla Cristina que aquí os dejamos: Un hotel familiar en la costa, de los de karaoke y bingo como animación nocturna, se antoja difícilmente compatible con el público de un festival de música. Sin embargo, lo es. Las 1.500 personas que han venido al Santa Teresa South Pop de Isla Cristina (Huelva) no buscan lo mismo que en el FIB, el Primavera Sound o el Dcode, por poner sólo tres ejemplos de festivales masivos. La mayoría de ellos han aprovechado la oferta que, con la compra del abono del festival (42 €), daba derecho a quedarse en un hotel de cuatro estrellas por unos 40 € la noche. Dentro de él, una enorme piscina tropical con djs por las tardes, antes de los conciertos. La edad de la mayoría del público se pone de manifiesto ante la inusitada excitación con la que se recibe, en una de esas sesiones, el nostálgico Sancho, Quijote, de la serie de dibujos animados de los 80: entre 30 y 40 años. También por la enorme guardería que cuida de los hijos de algunos de los asistentes, claro. El South Pop no es un festival al uso. Ahora que los expertos en márketing se llenan la boca con lo de vender "experiencias", el South Pop lo ejemplifica a la perfección. Con el lema de “el festival donde el auténtico protagonista eres tú”, todo está planeado en función del disfrute y la comodidad del festivalero: una ciudad soleada y barata donde se come de maravilla, playas a 200 metros de los hoteles que se ofrecen con el abono, un recinto verde y confortable, sólo seis actuaciones por día y, sobre todo, cero aglomeraciones: ya sea para pedir una cerveza o para meterte en las primeras filas de un cabeza de cartel como Saint Etienne, apenas hay que esperar o meter el codo. Un dj amenizando la tarde de piscina de los festivaleros. En cuanto al cartel de 2011, el nombre no engaña, casi todo es indie-pop: debutantes nacionales (Odio París, Linda Mirada), nuevos grupos de fuera (Exsonvaldés, LCMDF), artistas de culto (Dominique A), grupos veteranos con más caché en España que en su país (Saint Etienne) y algún bicho raro, como Pony Bravo (que dedicaron a Teddy Bautista su Super-broker; estribillo: “has invertido muy bien”) o Micah P. Hinson, que junto a los zaragozanos Tachenko interpretó de cabo a rabo Trompe le monde, el último disco de los Pixies. Estos últimos sonaron rotundos y adecuadamente ruidosos, y Micah P. Hinson travistió las canciones con su voz y su fuerte personalidad, que ya se destacaba desde su indumentaria: camiseta de tirantes, un par de tirantes propiamente dichos, sombrero colgado a la espalda y un cabestrillo para el brazo lesionado en el accidente de carretera sufrido hace mes y medio en Tarragona. El norteamericano se despidió irónico con un “lo siento por no ser pop”. No sabemos si a Hinson le gustaría tanto el South Pop como a Saint Etienne, que pedían repetir el año que viene al final de su apañada actuación (ya en 2010 había pinchado uno de sus miembros, Bob Stanley, que se tiró toda una semana en Isla Cristina y por lo visto le gustó). También a Dominique A se le veía cómodo. Haciendo un hueco entre los aforos (y cachés) más grandes que tiene en Francia, tocó la primera jornada él solo, con guitarra y programaciones, y al día siguiente acompañando a su protegida Laetitia Velma. A últimas horas de la noche del sábado se les podía ver a ambos tumbados en unas colchonetas hinchables del backstage, relajados al máximo. Algunos los llaman, de manera un poco pedante, "festivales-boutique". No es que todos tengan que ser como este -también se disfrutan las masas y los carteles bien repletos de opciones-, pero es una buena noticia que existan propuestas diferentes como este South Pop (o el Faraday catalán), sin agobios, pensado para disfrutar no sólo de buenos conciertos, sino también de unas mini-vacaciones como de resort caribeño, pero en indie.